La higiene dental desde el nacimiento y supervisión bucal es fundamental para la salud y el desarrollo de los niños, desde que nacen hasta que tienen su dentición completa.
Una buena higiene bucal previene las caries, las infecciones, el mal aliento y otros problemas que pueden afectar a la alimentación, el habla y la autoestima de los niños.
Por eso, es importante educar a los padres y a los niños sobre los cuidados que deben tener en cada etapa de su crecimiento.
Desde el nacimiento hasta los 6 meses: En esta etapa, los bebés solo se alimentan de leche materna o de fórmula, pero eso no significa que no haya que limpiar su boca.
Se recomienda limpiar las encías del bebé con una gasa o un paño húmedo después de cada toma, para eliminar los restos de leche y evitar la proliferación de bacterias. También se puede usar un dedal de silicona especial para bebés, que masajea las encías y alivia las molestias de la dentición. No se debe dejar al bebé dormir con el biberón en la boca, ya que puede provocar caries por la exposición prolongada al azúcar de la leche.
Desde los 6 meses hasta los 12 meses:
En esta etapa, empiezan a salir los primeros dientes de leche, normalmente los incisivos centrales inferiores. Es importante limpiar estos dientes con una gasa o un cepillo dental infantil con cerdas suaves, sin pasta dental. Se debe hacer al menos dos veces al día, especialmente antes de acostar al bebé.
También se debe limitar el consumo de azúcares y alimentos pegajosos, y ofrecer al bebé agua para beber entre las comidas. Se recomienda llevar al bebé al dentista antes de que cumpla el año, para hacer una revisión y recibir consejos sobre su salud bucal.
Desde los 12 meses hasta los 24 meses:
En esta etapa, el bebé tiene entre 8 y 12 dientes de leche, y empieza a comer alimentos sólidos. Se debe seguir limpiando los dientes con un cepillo dental infantil con cerdas suaves, y se puede empezar a usar una pasta dental con flúor, pero solo una cantidad muy pequeña (del tamaño de un grano de arroz).
Se debe enseñar al niño a escupir la pasta dental y no tragarla. Se debe evitar el uso del chupete o del dedo para succionar, ya que puede alterar el desarrollo de los dientes y las encías. Se debe acostumbrar al niño a beber en vaso y no en biberón, y a comer alimentos saludables como frutas, verduras, cereales integrales y lácteos.
Desde los 24 meses hasta los 36 meses:
En esta etapa, el niño tiene entre 16 y 20 dientes de leche, y puede masticar y hablar mejor. Se debe continuar con el cepillado dental dos veces al día, usando una pasta dental con flúor (del tamaño de un guisante).
Se debe supervisar al niño mientras se cepilla, para asegurarse de que lo hace correctamente y no se traga la pasta dental.
Se debe fomentar el hábito del cepillado como parte de la rutina diaria del niño, haciéndolo divertido y dando ejemplo. Se debe llevar al niño al dentista cada seis meses para hacer revisiones y aplicar tratamientos preventivos como el sellado de fisuras o la aplicación de flúor.
Conclusiones:
Siguiendo estos consejos, podrás cuidar la salud bucal de tu hijo desde sus primeros meses de vida. Los cuidados bucales, comienzan desde el comienzo de vida. A medida que va creciendo iremos variando la manera de limpiar la boca de acuerdo a como va desarrollando. Cuando comienzan a salir los dientes, es el momento de usar el cepillo dental infantil. Primero lo usarán los padres para limpiarlos y a medida que va creciendo, comenzará la etapa de dejarlos a ellos hacerlo. Siempre supervisando y dando ejemplo, para que el hábito que va adquiriendo no sea forzado.
Recuerda que una buena higiene bucal es esencial para su bienestar general. 😁
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Artículo redactado por el Dr Jorge Schiavone.
Colegiado COEC 2059
Director de Custom Dental.
